¿Cuándo es el momento de pasar de autónomo a SL?
El aumento de tu facturación es clave a la hora de decidir dar el salto.
¿Eres autónomo y estás pensando en pasar a ser un SL? Muchos emprendedores empiezan su negocio siendo pequeños autónomos y, especialmente cuando ven aumentar su facturación y tienen que pagar más impuestos, empiezan a plantearse si deberían pasar a ser una sociedad limitada.
Es precisamente la posibilidad de pagar menos impuestos lo que motiva a muchas personas a realizar este cambio. Si ya eres autónomo y estás pensando en pasar a ser SL, debes plantearte el cambio en los siguientes casos:
- Si facturas más de 40.000 euros anuales.
- Si necesitas proteger tu patrimonio.
- Si quieres acceder a grandes clientes.
- Si tienes necesidades de financiación bancaria.
Diferencias entre el autónomo y la Sociedad Limitada
Impuestos:
Ambas formas jurídicas tienen el mismo tratamiento respecto al IVA, debiendo presentar declaraciones trimestrales y un resumen anual.
En cuanto a otros impuestos, las personas autónomas presentan trimestralmente el modelo 130 de IRPF, lo que supone el pago a Hacienda del 20% de los beneficios cada tres meses. Sin embargo, una S.L. presenta el Impuesto de Sociedades mediante el modelo 200, lo que le supone la obligación de pagar el 25% de los beneficios una vez al año.
Además, las sociedades pueden aplicar determinadas ventajas fiscales que los autónomos no pueden No obstante, una sociedad con un impuesto de sociedades con beneficio, tiene que hacer un pago a cuenta durante el año, estimándose que esos beneficios también se van a generar al año siguiente.
Responsabilidad:
En el caso de los autónomos, la responsabilidad recae al 100% sobre la persona física, es decir, el autónomo debe responder con su patrimonio personal a las posibles deudas, tanto en el presente como en el futuro.
Mientras que, en una S.L la deuda recae sobre la sociedad, con lo que, por regla general, no afectan al patrimonio personal de los administradores ni de los socios.
Costes de gestión:
Suelen ser más económicos en el caso de las personas autónomas, cuya contabilidad es mucho más sencilla.
También hay recordar que el paso a S.L. requiere de una aportación de un capital social de al menos 3.000 euros, si bien este dinero puede estar a disposición del negocio en caso de necesitarlo para gastos e inversiones varias.
Financiación:
Otro aspecto que se puede tener en cuenta es la mayor facilidad para acceder a financiación bancaria por parte de las S.L., independientemente de las necesidades de avales y garantías.
Así que ya sabes, si crees que puede ser el momento de hacer este cambio, no dudes en consultar con Carrasco Ortega Asesores. Estudiaremos tu situación personal y te recomendaremos qué es lo que más se adecúa a ti. Además, en caso de realizar este cambio, nos encargaremos de todas las gestiones: cambio de nombre de las facturas, pólizas, etc.